La detención de Andrea por el asesinato de Larida supone una verdadera conmoción para la familia Villalobos. Aunque las evidencias están en su contra, todos creen que se trata de una equivocación. Todos... menos Patricia. Abandonada por su mejor amiga, Andrea desconfía de las intenciones de su padre. En su desesperación, tendrá que echar mano de la persona más insospechada para su defensa. La relación entre Roberto y Lucía ha saltado por los aires y Julio no va a dejar pasar la oportunidad. Lo que no se espera es que Belén, harta de sus manipulaciones, le cuente a Victoria lo que ocurre en la trastienda de la agencia.