Sin ningún dato para continuar con la investigación sobre los violadores y habiendo recibido una nueva amenaza, Andrea y Patricia terminan por tener objetivos distintos. El de Patricia, continuar a pesar de todo. El de Andrea, abandonar definitivamente la venganza. Por primera vez se producirá la separación en las dos amigas. Andrea, decidida a volcarse en su vida familiar, no tardará en darse cuenta de que no le va a resultar nada fácil. Su hija Lucía la odia y su marido César la trata con indiferencia. Por su parte, Patricia empezará a intimar con Esteban al que ayudará a descifrar qué misterio se esconde tras la palabra “Arcadia”. Lo que las chicas no saben es que su viaje individual terminará en el mismo destino y les conducirá a un sorprendente y único fin: descubrir la identidad del siguiente violador.
