Después de la muerte de su padre, Souta Tawara, un diseñador web que dejó su ciudad natal en la prefectura de Kagawa para vivir en Tokio, regresa al campo donde creció. Su padre dirigía un popular restaurante de udon, pero sin nadie que se hiciera cargo, el restaurante cerró. En el interior, Souta encuentra a un niño profundamente dormido en una olla de hierro: un niño descalzo, sucio y absolutamente hambriento. Pero cuando Souta intenta llevar al niño perdido a la policía, a la rata de alfombra le crecen orejas y cola ante sus propios ojos. Este no es un niño ordinario: ¡es un tanuki en forma humana!