Lleó está hundido porque no le han dado el alta. Ni siquiera puede estar con su nueva compañera de habitación, Rym, una chica enferma de cáncer. Mientras tanto, Jordi intenta hacer su vida normal fuera del hospital, evitando cualquier contacto con los "Pulseras". Pero un día recibe la visita inesperada de un buen amigo del hospital que no piensa dejarlo solo hasta que vuelva a ser el Jordi de antes. Toni se entera de que hoy sería el cumpleaños de Ignasi e intenta reunir a los "Pulseras" en el cementerio donde está enterrado.