Jill (Brigitte Bardot) se instala en París para convertirse en bailarina. Gracias a un fotógrafo que se fija en ella, pasa de ser una simple modelo de revistas de moda a convertirse en una verdadera estrella acosada por los periodistas, perdiendo así su vida privada. Intentando escapar de los fans y de la prensa, acude al festival de Spoleto, en Italia, para reunirse con Fabio (Marcello Mastroianni), un director del que se enamora.