Principios del siglo XI. El príncipe vikingo Thorvald, acompañado de sus mejores guerreros, se embarca en un navío ligero para localizar a su padre, el Rey Eurich, desaparecido algunos años antes. Después de varias semanas surcando mares desconocidos y plagados de peligros, llegan, por fin, a tierra firme; una tierra en la que tropiezan con la hostilidad de los nativos.