La joven Joleen y su padre se ven obligados a detener su coche en un desolado pueblo de Nevada para repostar gasolina. La estación de servicio está cerrada y se refugian en un cochambroso barracón para pasar la noche. La parada obligada en el pueblo hará que Joleen conozca a un joven rebelde, con el que mantendrá una relación de amor y odio, mientras una serie de asesinatos se suceden, cercando cada vez más tanto a los vecinos como a los extraños.