Un día Marie toma la decisión de dejar a Bruce. El despertador suena a las siete de la mañana: lo primero que hace Marie es atacar verbalmente a Bruce. La convivencia entre ambos parece imposible. Gran parte del día lo pasan separados, pero después se encuentran con unos amigos. Aunque parece inevitable que Marie deje a Bruce, según avanza el día, parece que, por encima de los reproches de Marie, se impone un profundo y estrecho vínculo.