Alex y Edith, una joven pareja de unos 30 años, viven su relación hecha de pequeños gestos y vida cotidiana entre las ruinas de edificios cubanos. Milagros, una anciana ya jubilada, intenta sobrevivir vendiendo 'manì' (conos de maní tostado típicos cubanos) y pasa sus días escuchando la radio y leyendo cartas antiguas. Frank y Alain, dos amigos de nueve años, van a la escuela y sueñan con emigrar juntos a Estados Unidos para convertirse en jugadores de las Grandes Ligas de Béisbol. Con el telón de fondo de San Antonio De Los Baños, un pueblo del interior de Cuba donde el tiempo parece haberse detenido, se desarrollan estas tres narrativas y sus respectivos mundos. Sobre este mosaico de contemporaneidad, sin embargo, cobra vida a través de los recuerdos de los personajes, se cierne el espectro de la separación, el verdadero gran flagelo de la sociedad cubana.